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Anclas en el trabajo

Utilizar un ancla para “acceder a un recurso” no es un procedimiento inventado por la PNL. Los seres humanos siempre hemos creado anclas. En la era de la agenda electrónica o la palm, las personas ya no se hacen un nudo en el pañuelo para recordar los asuntos importantes, pero aún sigue siendo probable que en su trabajo, coloquen un retrato de su pareja o de sus hijos en el escritorio, o que regresen de las vacaciones bien provistos de recuerdos, fotografías o videos. Actuamos movidos por la idea de disponer de algo que influya positivamente sobre nuestros sentimientos.

Resulta extraño que reparemos conscientemente y de una manera constante en los objetos que nos rodean, y que analicemos la influencia que ejercen sobre nosotros. Aún cayendo en la cuenta de que en algunos lugares nos sentimos más a gusto que en otros, no nos detenemos a reconocer los estímulos externos que nos provocan tales sensaciones. Un entorno de anclas positivas puede favorecer notablemente a nuestro bienestar y a la eficacia de nuestras acciones.

El siguiente ejercicio le ayudará a analizar su lugar de trabajo en busca de las anclas positivas o negativas que pueda contener.

1. Imaginar el lugar de trabajo

Adopte una postura relajada. Imagínese que está en su lugar de trabajo (en caso de que no se encuentre ya en él)

2. Descubrir las anclas

Reconozca su entorno con todos sus órganos sensoriales. Descubra los estímulos y determine las características de las reacciones emocionales que se generan en usted. ¿Qué estado anímico le provocan? ¿Experimenta sensaciones agradables o desagradables? ¿Se activa quizás en usted algún momento intenso? Piénselo cuidadosamente.

Mire a su alrededor y contemple todo aquello que entre en su campo de visión. ¿Qué efecto ejerce sobre usted?

Escuche conscientemente los ruidos y sonidos. ¿Qué efecto producen sobre usted?

Perciba su cuerpo que reposa sobre el asiento. ¿Es cómodo o no?

Perciba los olores y sabores característicos de su lugar de trabajo, percátese de las sensaciones que le provocan.

3. Eliminar las anclas negativas

Si encuentra algún elemento o factor que le ocasiones reacciones desagradables, habrá dado con un ancla negativa. Retire o disuelva dicho factor de alguna manera.

4. Aumentar el número de anclas positivas

Si descubre algún factor que le produce una experiencia placentera, habrá dado con un ancla positiva. Reflexione si puede haber algo cuya presencia le resultaría grata en el lugar ( objetos, sonidos, olores o sabores) sería otra ancla positiva que usted podría incorporar con el fin de sentirse más a gusto.

Autor
Ref. Alexa Mohl – El Aprendiz de brujo – Ed. Sirio ( Ej. Josef Weiss)

ANCLAS – (clik para ver imagen ampliada)

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