Proactividad
EL PODER DE ELEGIR
No significa sólo tomar la iniciativa. Significa que, como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas. Nuestra conducta producto de nuestras decisiones, no de nuestras condiciones. Podemos subordinar los sentimientos a los valores. Tenemos la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan.
Examinemos la palabra “Responsabilidad”, en la cual encontramos alusiones a las palabras “responder” y “habilidad”: habilidad para elegir la respuesta.
Las personas muy proactivas reconocen esa responsabilidad. No dicen que su conducta es la consecuencia de las condiciones o circunstancias.
Su conducta es un producto de su propia elección consciente, se basa en valores, y no es producto de las condiciones ni está fundada en el sentimiento.
Dado que por naturaleza somos proactivos, si nuestras vidas sufren condicionamientos ello se debe a que, por decisión consciente o por omisión, “elegimos otorgar a esas cosas el poder de controlarnos”.
Si nuestra elección es esa, nos volvemos reactivos.
Las personas reactivas se ven a menudo afectadas por su ambiente físico. Si el tiempo es bueno, se sienten bien. Si no lo es, afecta a sus actitudes y su comportamiento. Las personas proactivas llevan consigo su propio clima. El hecho de que llueva o brille el sol no supone ninguna diferencia para ellas. Su fuerza impulsiva reside en los valores, y si su valor es hacer un trabajo de buena calidad, no depende de que haga buen tiempo o no.
Las personas reactivas se ven también afectadas por el ambiente social, por el “clima social”. Cuando se las trata bien, se sienten bien, cuando no las tratan bien, se vuelven defensivas o autoprotectoras. Las personas reactivas construyen sus vidas emocionales en torno a la conducta de los otros, permitiendo que los defectos de las otras personas las controlen.
La capacidad para subordinar los impulsos a los valores es la esencia de las persona proactiva. Las personas reactivas se ven impulsadas por sentimientos, por las circunstancias, por las condiciones, por el ambiente. Las personas proactivas se mueven por valores, valores cuidadosamente meditados, seleccionados e internalizados.
También las personas proactivas se ven influidas por los estímulos externos, sean físicos, sociales o psicológicos. Pero su respuesta a los estímulos, consciente o inconsciente, se basa en valores.
Eleonor Roosvelt: “ Nadie puede herirte sin tu consentimiento”
Gandhi: “Ellos no pueden quitarnos nuestro autorrespeto si nosotros no se lo damos”
Lo que nos daña, mucho más que lo que nos sucede es nuestro permiso, nuestro consentimiento, el poder que le otorgamos a lo que nos sucede.
Esto no es fácil de aceptar emocionalmente, en especial si durante años y años hemos explicado nuestra desdicha apelando a las circunstancias o a la conducta de algún otro. Pero hasta que una persona no pueda decir, profunda y honestamente, “ Soy lo que soy como consecuencia de mis elecciones de ayer” tampoco podrá decir “Elijo otra cosa”
Autor
Stephen Covey